Madonna Dreyfus
La Madonna Dreyfus representa a la Virgen María sosteniendo al niño Jesús en brazos, en una composición íntima, delicada y simbólica. La escena está centrada en el gesto de la Virgen, que ofrece una granada al Niño —fruta cargada de simbolismo cristiano relacionado con la pasión y resurrección de Cristo, así como la unidad de la Iglesia.

Título alternativo: La Virgen de la Granada
Autor: Anónimo (atribuciones discutidas: Leonardo da Vinci, Verrocchio, Lorenzo di Credi)
Año: 1475–1480
Técnica: Óleo sobre tabla
Estilo: Renacimiento italiano
Dimensiones: 15,7 cm × 12,8 cm
Ubicación actual: National Gallery of Art, Washington D. C., Estados Unidos
La expresión de ambos personajes es serena y concentrada. Los colores suaves, los trazos refinados y la atención a los detalles reflejan la influencia del Renacimiento florentino temprano. La técnica del óleo sobre tabla permite una aplicación delicada de las transparencias en los rostros, manos y vestiduras, creando una atmósfera cálida y reverente.
Granada: Representa la pasión de Cristo, la resurrección, y también la fertilidad y el conocimiento. Su aparición en las manos del Niño Jesús señala una profecía del sufrimiento futuro.
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Madonna con Niño: Tema clásico del arte renacentista italiano, simboliza la humanidad y divinidad de Cristo y la pureza maternal de la Virgen.
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Dimensiones pequeñas: Indica un formato de devoción privada, posiblemente encargado por una familia noble florentina.
La pintura recibe su nombre por su antigua pertenencia a la familia Dreyfus, coleccionistas de arte europeos. Fue adquirida por la Galería Nacional de Arte de Washington D. C., donde se conserva actualmente.
Aunque de pequeño formato, su delicadeza técnica, calidad pictórica y el misterio de su autor la han convertido en una pieza de gran interés en los estudios de atribución del Renacimiento temprano.